En un momento en que el crecimiento económico mundial está a media asta, sacudido por la crisis de los Covid-19, y en que la nueva generación afirma su intransigencia en cuestiones sociales, medioambientales y éticas, se cuestiona la evolución del trabajo.

Aunque el tema del “Futuro del trabajo” alimenta muchas fantasías (a menudo alarmistas), es hora de deconstruir estas visiones para recuperar la confianza y cuestionar las oportunidades futuras.

Así pues, entre utopía y distopía, ¿qué pueden esperar los directivos y cómo pueden prepararse para el futuro? En este artículo descubrimos 5 tendencias y tecnologías que se esconden tras la noción de “futuro del trabajo”, y a continuación extraemos las consecuencias para el mundo profesional del mañana.

Futuro del trabajo : ¿de qué se trata?

En los últimos años, la expresión anglosajona “Future of work” ha pasado a formar parte del lenguaje empresarial cotidiano. Es una expresión curiosa, dado que nadie puede decir con certeza lo que nos depara el futuro del trabajo… Sin embargo, está claro lo que se esconde detrás de esta expresión imperfecta: un mundo laboral cambiante y la aparición de nuevas tendencias que están configurando el entorno laboral a medida que avanzamos hacia el futuro.

En última instancia, esta expresión engloba el impacto de los avances tecnológicos, las transformaciones económicas, los nuevos métodos de trabajo y, por supuesto, los cambios en la sociedad. En su origen: el eterno problema de la gestión del talento y la rotación del personal.

Esta es una de las razones por las que la expresión “Futuro del trabajo” despierta la curiosidad de los directivos. No solo quieren que sus empresas sigan siendo competitivas, sino también retener su talento.

Sin embargo, para prepararse para los retos y oportunidades que se avecinan, los empresarios necesitan saber qué tipo de cambios pueden esperar… Eso es lo que descubriremos en el resto de este artículo.

¿Cuáles son las 5 grandes tendencias del “futuro del trabajo” y sus consecuencias?

1.  La edad de oro del trabajo híbrido

Está claro que hay un antes y un después de Covid-19 en el lugar de trabajo. Mientras que en el pasado, en la mente de muchos empleados, el presentismo se consideraba un signo de compromiso con la empresa, lo que daba lugar al síndrome “FoMo” (Fear Of Missing Out), en otras palabras : el miedo a perderse algo en el trabajo, la realidad actual es muy distinta.

Al obligar a la población a recluirse, la crisis sanitaria no ha hecho sino revelar un punto de inflexión. Ahora es el momento de reflexionar y tomar conciencia, y de que muchos empleados planteen reivindicaciones.

Una vez superada la crisis, lo único que querían era conservar su sensación de bienestar y las numerosas ventajas del teletrabajo: menor fatiga física, mayor concentración, supresión de las limitaciones de los desplazamientos, mayor autonomía y, por supuesto, un mejor equilibrio entre la vida profesional y personal.

Por eso, más del 25% de ellos se plantearía cambiar de empresa si considerara que su empleador no es lo suficientemente flexible en cuanto a la organización del trabajo.

Sin embargo, todo es cuestión de equilibrio: si bien la era del trabajo presencial al 100% parece haber terminado (el 47% de los empleados considera el teletrabajo una condición sine qua non en su elección de empresa), los empleados tampoco buscan un trabajo a distancia al 100%, sino un término medio: de dos a tres días de teletrabajo a la semana.

✔   Saquemos las consecuencias :

 El trabajo híbrido está teniendo un impacto significativo en las tasas de ocupación de las oficinas. Las empresas observan con amargura un gran número de espacios vacíos, por los que están pagando un alto precio. Como consecuencia, el trabajo nómada está ganando terreno de forma espectacular, reduciendo gradualmente la importancia del puesto de trabajo fijo.

Ante este fenómeno, y dado que parece no haber vuelta atrás, es hora de que las empresas reinviertan de forma más estratégica. Aquí es donde entra en juego la oficina flexible, que empieza a hacerse un hueco en nuestras oficinas. Dadas las ventajas que ofrece, es fácil entender por qué las empresas optan por ella.

¿Quiere saber más? Descarga el informe de experiencia del IRD Gracias a la aplicación Sharvy, la transición a una oficina flexible se realizó sin problemas ni contratiempos, al igual que la introducción de una tasa de hacinamiento de 0,8 (es decir, 8 puestos de trabajo por cada 10 empleados).

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2.  Workspitality : ¿oficinas tipo hotel?

No cabe duda : con el auge del teletrabajo, uno de los muchos retos a los que se enfrentan las empresas es conseguir que los empleados estén contentos de volver al lugar de trabajo. Y la clave para ello es el entorno de trabajo. Tiene que ser tan bueno, si no mejor, que en casa.

En este contexto ha aparecido un nuevo anglicismo: “Workspitality“. Es el resultado de la contracción de las palabras “Work(trabajo) y “Hospitality” (hospitalidad). En pocas palabras, se refiere a la integración de los códigos hoteleros (confort y servicios) en el lugar de trabajo.

En consecuencia, y a medida que avanzamos hacia el futuro, las oficinas se reinventarán y cambiarán de rostro. Serán más colaborativas, más creativas y más fáciles de usar. En algunas empresas con visión de futuro (ya) estamos viendo esta tendencia: se acabaron los esquemas de colores grises (y deprimentes) y las oficinas estrechas.

En el futuro, la mayoría de las empresas rediseñarán sus espacios de trabajo para crear una atmósfera de “salón y capullo”, como en casa. Las oficinas también incorporarán una serie de servicios de valor añadido que combinarán hospitalidad y confort. Por ejemplo, gimnasio, tintorería, guardería, zona de descanso, click&collect, etc.

✔   Saquemos las consecuencias :

Sin embargo, como la felicidad es subjetiva y no una cuestión empresarial, los directivos se verán obligados poco a poco a contratar a alguien a tiempo completo para realizar estas tareas. Como resultado, florecerán nuevas profesiones. Un ejemplo es el Director de Hostelería, responsable de garantizar la comodidad de los empleados y mejorar la Calidad de Vida en el Trabajo (QWL).

Al mismo tiempo, también están el Director del Lugar de Trabajo y el Director de la Oficina. Son responsables de crear y mantener un entorno de trabajo eficaz para todos los empleados. Tienen que tener en cuenta que un espacio de trabajo óptimo no puede ser universal, sino plural, para responder a la singularidad de cada empleado. Y sí, porque personalidades plurales requieren espacios de trabajo plurales. En consecuencia, estas nuevas profesiones, que van surgiendo poco a poco, van a ofrecer a las empresas y a los espacios de trabajo nuevos diseños, que implican no sólo un enfoque integrador, sino también la capacidad de escuchar las necesidades de los empleados.

3.  El edificio inteligente : en la encrucijada de las revoluciones digital y energética.

Como señala Emmanuel François, presidente de la asociación SBA : “En un momento en que los edificios y el transporte son responsables del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero, las oficinas no pueden seguir siendo devoradoras de energía“.

Por eso es crucial que las empresas pongan la tecnología al servicio del rendimiento energético, la experiencia de los empleados y la organización del trabajo.

En definitiva, estos son los objetivos del “Smart Building“. Las tecnologías utilizadas se basan en el IoT y la IA, y se aplican a cuatro ámbitos fundamentales : control del consumo de energía para calefacción e iluminación, calidad del aire y ventilación del edificio, seguridad, y digitalización de los recorridos de los usuarios para hacer más fluida la vida laboral cotidiana.

Los espacios de trabajo serán el 1er para explotar todo el potencial del “Smart building“. Para ser más precisos, podríamos hablar incluso de “Oficina inteligente”. Así es, porque con las nuevas tendencias y la llegada del trabajo híbrido, la asistencia a las oficinas, por ejemplo, debe controlarse (más) para que las empresas puedan responder a las nuevas expectativas y adaptar así la ocupación de los espacios. ¿Cómo hacerlo? Por ejemplo, instalando varios sensores. Éstos permitirán a las empresas detectar, mediante movimientos infrarrojos, el número de personas que se encuentran en sus puestos de trabajo y en sus salas de reunión. Los empresarios y/o los responsables de los lugares de trabajo podrán así identificar con precisión qué espacios se utilizan y cuáles no.

Como resultado, los objetivos y beneficios del “Smart Building” son múltiples : mejor distribución de las personas en los espacios, regulación del aire ambiente, apagar las luces si los espacios no están en uso, informar de la disponibilidad de una sala de reuniones, reconfigurar un espacio si se observa que se utiliza muy poco, así como planificar el número adecuado de comidas en el restaurante de la empresa para evitar el desperdicio de alimentos, etc.

✔   Saquemos las consecuencias :

Aunque el número de “edificios inteligentes” sigue creciendo, existen (hasta la fecha) pocas normas que regulen la ciberseguridad de estos edificios. Y admitámoslo : las ciberamenazas representan un peligro real para los próximos años. Es fácil imaginar a un hacker haciéndose con el control de un edificio…

Al mismo tiempo, existen riesgos funcionales. Hoy en día (y aún más en los próximos años), la IA está presente en todos los niveles del edificio (control, acceso, alarmas, etc.). Sin embargo, los algoritmos de IA deben actualizarse periódicamente. En caso de fallo, es el funcionamiento de todo el edificio el que está en peligro (control de acceso deficiente, usuarios atrapados en el interior del edificio, alarmas fuera de servicio, etc). En consecuencia, los riesgos de un cese de actividades son tanto mayores con un “edificio inteligente” que con un edificio convencional, que obviamente no tiene este tipo de problemas en juego.

Esta es una de las razones por las que están surgiendo nuevas profesiones, con una amplia gama de temas en juego : gestores de lugares de trabajo, gestores de oficinas, gestores de hostelería, etc.

4.  El bienestar en el trabajo, un aspecto clave del “Futuro del trabajo”.

No cabe duda : desde hace algunos años, el futuro del trabajo se orienta hacia el bienestar, la libertad, la autonomía, la transparencia y la flexibilidad en el trabajo.

Paradójicamente, sin embargo, estamos viendo que los cambios en los modelos de trabajo van acompañados de nuevos factores de “malestar” que los empresarios deben tener en cuenta : acoso moral, estrés profesional, agotamiento, aburrimiento, desmotivación, pérdida de sentido, etc.

Por eso las empresas deben adoptar una política de RRHH centrada en mejorar el bienestar y las condiciones de trabajo. Las start-ups de Silicon Valley son pioneras en este campo, ofreciendo a sus empleados mayor libertad y una distribución menos formal del espacio de trabajo.

✔   Saquemos las consecuencias :

En los próximos años, el bienestar en el lugar de trabajo desempeñará un papel clave en las estrategias empresariales. Para las empresas, será un importante factor de competitividad, una poderosa palanca de crecimiento, pero también una formidable herramienta de gestión de los recursos humanos.

Sin embargo, los empresarios deben tener en cuenta una cosa: las mejores ideas son las que se basan en la realidad de la empresa. De nada sirve construir un gimnasio si el principal problema de sus empleados es la falta de cohesión.

Evidentemente, hay que hacer hincapié en los cambios profundos, más que en los proyectos “cosméticos”. Por ejemplo : reorganizar las oficinas, ofrecer el teletrabajo si aún no es el caso, ofrecer diversos servicios similares a los códigos de los hoteles, etc.

En cualquier caso, a la empresa le interesa trabajar para mejorar el bienestar en el trabajo con el fin de garantizar la supervivencia y el desarrollo de la empresa a largo plazo.

5.  ¿Está la RSE impulsando el “futuro del trabajo” ?

Ya se sabe: es la hora del “name and shame“, de los denunciantes, de las ONG que levantan el puño y de los llamamientos al boicot de determinados productos incompatibles con los principios del desarrollo sostenible. Pequeños y grandes medios de comunicación se suman a la causa, y las peticiones proliferan en las redes sociales.

Como resultado, los consumidores están cada vez mejor informados y son más exigentes antes de comprar un producto. La prueba : el consumo de productos ecológicos se dispara, y las etiquetas ecológicas hacen lo propio.

¿La conclusión? Las empresas tienen todo el interés en responder a esta exigencia de responsabilidad. No sólo para garantizar el futuro a largo plazo de su negocio, sino sobre todo para mejorar su reputación y atraer a nuevos clientes.

No cabe duda de que las empresas (de éxito) del mañana serán las que hayan sabido situar los valores de la RSE en el centro de su modelo de negocio. Tener en cuenta las expectativas de todas las partes interesadas de la empresa (clientes, empleados, proveedores, etc.) se está convirtiendo en el nuevo modelo empresarial a adoptar.

✔   Saquemos las consecuencias :

En el futuro, las empresas que incorporen los valores de la RSE a sus estrategias serán sin duda más atractivas (desde todos los puntos de vista). Ya sea en términos de captación de talento o de atracción de clientes, proveedores e inversores.

Hoy en día, no es raro que los documentos de licitación y las solicitudes de subvención incluyan una sección dedicada a la RSE, en la que la empresa solicitante tiene que mostrar sus credenciales con indicadores convincentes.

¿Qué tecnologías se esconden tras la noción de “Futuro del trabajo” ?

¿Cómo hablar del futuro del trabajo sin mencionar las nuevas tecnologías? Está claro que están en el centro de esta revolución.

Al fin y al cabo, la cuestión ya no es si estas nuevas tecnologías cambiarán el mundo del trabajo (la respuesta es obvia), sino cómo se integrarán en la vida cotidiana de los empleados y en las estrategias de las empresas.

Mientras algunos pesimistas predicen la destrucción de todos los empleos y seres humanos totalmente ociosos, el “Futuro del trabajo” está muy lejos de este tópico. Descubramos qué ventajas ofrecen estas nuevas tecnologías a las empresas y a sus empleados.

1.  ¿Tecnologías disruptivas para sus equipos de RRHH?

¿Le suena el estereotipo de la máquina ocupando el lugar del “recurso humano” en el mundo laboral? No es de extrañar. Pero, ¿representa realmente la realidad?

Ha llegado el momento de cuestionar el adagio según el cual la tecnología y la humanidad son dos ámbitos distintos, cuando no directamente opuestos. Nuestra visión es más bien la siguiente: las herramientas tecnológicas adecuadas permiten, por el contrario, (re)situar a las personas en el centro de las actividades de la empresa.

Y sobre este punto, es bien sabido: los directores de RRHH están experimentando toda la fuerza de los cambios en su profesión. Para los DRH, uno de los principales retos del “Futuro del trabajo” es liderar y apoyar los cambios provocados por la evolución tecnológica. Evidentemente, tendrán que aprovechar las nuevas tecnologías, cada vez más eficaces, por ejemplo automatizando un gran número de procesos mediante una herramienta HRIS.

Al mismo tiempo, las aplicaciones de RRHH tendrán que transformarse para satisfacer las nuevas necesidades, y la experiencia del usuario se convertirá en el centro de atención. En consecuencia, los RRHH dispondrán de una cantidad impresionante de información (Big Data), y aprovecharla al máximo se convertirá sin duda en un reto importante. Los datos relativos a la gestión del tiempo, la planificación, la información sobre los proyectos, etc. podrán cruzarse con fines muy diversos. Por supuesto, tendrán que ser capaces de analizarlos correctamente (mediante informes e inteligencia empresarial), cumpliendo al mismo tiempo la normativa vigente.

2.  La automatización, clave para asignaciones de mayor valor añadido.

No cabe duda de que la automatización de procesos debe estar, más que nunca, al servicio de las empresas. Por un lado, este avance tecnológico contribuirá a liberar un tiempo precioso para los empleados. Al liberarles de tareas que consumen mucho tiempo y no añaden valor, podrán concentrarse en tareas de mayor valor añadido.

Al mismo tiempo, las empresas suelen necesitar ayuda para acelerar los plazos de entrega de los proyectos. Sobre todo cuando estos proyectos implican a grandes equipos que trabajan simultáneamente en varios sitios y/o zonas horarias. Al automatizar los procesos, estos equipos podrán supervisar el progreso de los objetivos en tiempo real. También podrán tener en cuenta los cuellos de botella en cada etapa del proceso y, por qué no, dejar que la Inteligencia Artificial (IA) haga las correcciones necesarias.

En consecuencia, el auge de la automatización ofrece a las empresas una mayor eficiencia y les permite claramente racionalizar sus operaciones al tiempo que ahorran dinero: una situación en la que todos salen ganando.

3.  Integración del aprendizaje automático para una agilidad aún mayor.

¿Has visto alguna vez un vídeo en la sección de sugerencias de tu cuenta de YouTube? ¿O te has fijado alguna vez en la eficacia del corrector automático de tu smartphone? Si es así, te has beneficiado de varias aplicaciones del aprendizaje automático.

En otras palabras, el aprendizaje automático consiste simplemente en que los algoritmos informáticos encuentren “patrones” en los datos y luego predigan los resultados probables.

Por ejemplo, cuando recibe un correo electrónico. Su proveedor de correo electrónico analizará las palabras del asunto, los enlaces, etc., y clasificará el correo electrónico como spam o legítimo. Tras este análisis, clasificará el correo electrónico como spam o legítimo en su bandeja de entrada.

Una de las mayores ventajas es que, con el tiempo, el algoritmo puede “aprender y adaptar” sus resultados en función de la nueva información.

Este avance puede ser especialmente útil para identificar amenazas nuevas y desconocidas con mayor rapidez que los seres humanos. Como resultado, y gracias al Machine Learning, gran parte de los riesgos informáticos (phishing, campañas de spam, etc.) pueden detectarse y evitarse rápidamente, lo que permite a los empleados trabajar con tranquilidad.

La eficacia que promete esta tecnología permitiría a las empresas afrontar muchos retos y, sobre todo, seguir siendo proactivas.

4.  Inteligencia Artificial (IA) para ayudarte a desarrollar tus talentos.

Cuanto más avanzamos hacia el futuro, más conscientes son las empresas de que la IA va a desempeñar un papel importante en las políticas de gestión del talento y las competencias.

Es evidente que las empresas buscan (cada vez más) colocar a sus empleados en una situación de desarrollo y aprendizaje continuos. Sin embargo, esto presupone recoger, controlar, medir y reunir una serie de parámetros, en particular :

      • Las habilidades de todos.
      • Las competencias necesarias hoy en día.
      • Expectativas de los empleados.
      • Las competencias necesarias en el futuro.
      • Cursos de formación disponibles.
      • Formadores internos especializados en cada habilidad.
      • Posibles tutores, etc.

Evidentemente, la lista no es exhaustiva. Pero en otras palabras, se trata de una compleja cuestión de recopilación, gestión y vinculación de datos. Un conjunto de tareas en las que la Inteligencia Artificial puede ser especialmente hábil.

5.  Internet of Things (IoT) : una tecnología que crea nuevas oportunidades.

El IoT tiene un brillante futuro por delante. El crecimiento de esta tecnología es innegable, sobre todo en sectores como la logística, la agricultura y los servicios públicos.

Sin embargo, el IoT también está en el corazón de la oficina inteligente, y no hay duda de que esta tecnología mejora el bienestar en el lugar de trabajo y las condiciones laborales. He aquí dos ejemplos :

      • En primer lugar, el IoT mejora el acceso a los aparcamientos de las empresas : la acogida y la experiencia de aparcamiento (tanto para los empleados como para los visitantes) son elementos esenciales que las empresas no deben descuidar. Sin embargo, en algunos aparcamientos de empresa (todavía) hay colas en las barreras crecientes, así como un medio de identificación difícil y/o lento para los usuarios. Integrando tecnologías IoT como lectores de tarjetas identificativas, tarjetas RFID y cámaras de reconocimiento de matrículas, podrá facilitar y hacer más fluido el acceso de empleados y visitantes a su empresa. Además, estos dispositivos son muy fáciles de instalar y manejar. La aplicación Sharvy puede ser su mano derecha en este sentido, mejorando la experiencia de aparcamiento de sus empleados. Si tienes curiosidad por saber más, entra aquí.
      • Las tecnologías IoT están facilitando la reserva de espacios de trabajo : como vimos anteriormente, el trabajo híbrido, alternando días de teletrabajo y días presenciales, también está acelerando la introducción de la oficina flexible. Sin embargo, durante una transición, sus empleados se mostrarán a menudo reacios a cambiar su rutina y tenderán a querer venir más de lo habitual, lo que puede llevar a una sobreocupación de sus locales. A largo plazo, la falta de organización puede llevar a que haya demasiado personal en las instalaciones el mismo día. Para evitarlo, adoptar el IoT y una solución dedicada mejora la experiencia de los empleados y facilita sin duda la transición a una oficina flexible. Sus empleados podrán anticipar sus necesidades con varias semanas de antelación, reservando un puesto de trabajo y/o liberando un puesto de trabajo asignado en previsión de una ausencia. Estas soluciones digitales también pueden interconectarse con diversas herramientas cotidianas : HRIS, control de accesos, autenticación, etcétera. Todo ello contribuye a mejorar las condiciones de trabajo de todos.

En última instancia, el IoT es una tecnología que crea nuevas oportunidades tanto para los directivos como para los empleados. Por lo tanto, no debe pasarse por alto en el contexto del “Futuro del trabajo” y la oficina inteligente. Así que si usted también quiere dar el paso, solicite aquí una demostración de este tipo de solución.

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En conclusión

Después de leer este artículo, es fácil darse cuenta de que los cambios en el mundo laboral están creando tanto retos como oportunidades para las empresas.

Lejos de representar una ruptura con el pasado, estos cambios reflejan tendencias que ya estaban en marcha desde hace unos diez años, catalizadas por la crisis sanitaria. Han surgido nuevas empresas, nuevas herramientas y nuevos métodos de trabajo, apoyados por la madurez digital de nuestra sociedad.

¿Una de las lecciones clave para los directivos? Sin duda, tener en cuenta que explotando la tecnología, y centrándose al mismo tiempo en las personas, es posible ofrecer métodos de trabajo innovadores que (realmente) ayuden a los empleados a seguir siendo productivos, a pesar de los trastornos del mundo actual, permitiendo que la empresa prospere.

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