¿Qué es el Plan de Movilidad del Empleador?

El Plan de Movilidad del Empleador (EMP) es, en esencia, una hoja de ruta para ayudar a las empresas a replantearse cómo se desplazan sus empleados al trabajo.

En concreto, este plan tiene como objetivo fomentar alternativas al coche particular : uso compartido del coche, bicicleta, teletrabajo, transporte público y horarios flexibles. El EMP es, por lo tanto, una oportunidad para mejorar la vida cotidiana de los empleados y contribuir al mismo tiempo a la transición ecológica. Y, entre nosotros, ¿quién no sueña con desplazamientos más sencillos, menos estresantes y un poco más ecológicos?

¿Cuáles son los pasos para implementar un EMP?

Implementar un Plan de Movilidad del Empleador no es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana: es un proyecto importante que requiere un enfoque metódico y consultas.

El primer paso es analizar los hábitos de desplazamiento de los empleados de una empresa e implementar soluciones para mejorarlos. Esto suele comenzar con una evaluación: observar cómo llegan los empleados al trabajo (en coche, autobús, bicicleta, a pie, etc.), cuáles son los obstáculos, cuáles son sus necesidades específicas y cualquier limitación relacionada con la ubicación de la empresa (accesibilidad, horarios, aparcamiento, asignación de plazas, etc.).

A continuación, se definen objetivos claros (reducir el uso del coche individual, mejorar el acceso al transporte público, etc.) y se elabora un plan de acción. Este puede incluir la creación de aparcamientos para bicicletas, la colaboración con una plataforma de coche compartido, la creación de un servicio de transporte de la empresa, la oferta de incentivos para el teletrabajo y el uso del transporte público, o incluso el reembolso más ventajoso de determinados gastos de transporte. Algunas empresas llegan incluso a ofrecer talleres de reparación de bicicletas y negociar horarios de trabajo escalonados para evitar el tráfico en las horas punta.

La fase final, que a menudo se pasa por alto, es el seguimiento: medir la eficacia de las medidas aplicadas, realizar los ajustes necesarios y, sobre todo, comunicarse regularmente con los empleados para mantener su compromiso.

Ejemplos de medidas concretas para un Plan de Movilidad Empresarial (PME). 

El PME puede adoptar muchas formas en función de las necesidades específicas de cada empresa.

Algunas empresas introducen una indemnización por kilometraje en bicicleta para fomentar la movilidad sostenible. Otras optan por mejorar el aparcamiento inteligente facilitando la reserva de plazas (para coches, bicicletas, motocicletas, vehículos eléctricos, etc.).

Algunas desarrollan una plataforma interna de coche compartido e instalan estaciones de recarga para vehículos eléctricos. El teletrabajo, incluso a tiempo parcial, es también una de las palancas posibles.

Aún más innovador: algunas empresas organizan «retos de movilidad» o días sin coche para sensibilizar a sus equipos en un ambiente distendido. Lo importante es adoptar medidas realistas, adaptadas a la situación sobre el terreno y, sobre todo, desarrolladas en colaboración con los empleados.

¡Las ventajas del PDMe para la empresa! 

Adoptar un Plan de Movilidad es una oportunidad real para la empresa.

Al promover desplazamientos más eficientes, mejoramos la puntualidad, reducimos el estrés de los desplazamientos y, por lo tanto, aumentamos la productividad y el bienestar general de los equipos.

También mejora su imagen: una empresa comprometida con la movilidad sostenible envía una señal clara a sus clientes, socios y futuros talentos. Por no hablar del impacto financiero: al reducir las necesidades de aparcamiento (mediante el uso compartido y la reserva de plazas de aparcamiento) y optimizar los desplazamientos de negocios, ¡el ahorro es muy real a largo plazo!