¿Qué es un sistema RFID?

El sistema RFID (identificación por radiofrecuencia) es una tecnología que permite identificar y autenticar un objeto (como un individuo) a distancia mediante un intercambio de ondas de radio entre un chip electrónico y un lector.

En el contexto de las infraestructuras profesionales, suele adoptar la forma de tarjetas de acceso, utilizadas por ejemplo para atravesar las barreras de un aparcamiento de empresa, o para entrar en edificios seguros.

Estos dispositivos, integrados en soluciones como la aplicación Sharvy, permiten una gestión centralizada e inteligente de las autorizaciones. Estas autorizaciones, establecidas desde la interfaz Sharvy, se basan en una base de datos que contiene los identificadores únicos de cada tarjeta RFID.

El administrador, ya sea el departamento de seguridad o el gestor de recursos, puede definir con precisión los derechos de acceso: franjas horarias, zonas autorizadas, periodos temporales y restricciones excepcionales. Cuando un empleado presenta su tarjeta en el aparcamiento o en la entrada del edificio, el lector transmite inmediatamente la información al sistema, que comprueba la validez de la autorización en tiempo real.

Los componentes y el funcionamiento técnico de un sistema RFID.

Un sistema RFID se basa en 3 elementos esenciales:

  • El transpondedor: integrado en la tarjeta, contiene el chip y la antena.
  • El lector RFID, situado en la entrada de un aparcamiento o edificio
  • El software de gestión, a menudo alojado en la nube, responsable del tratamiento de los datos recibidos y de la actualización de la base de datos de autorizaciones.

Cuando la tarjeta se acerca al lector, éste activa el chip por inducción electromagnética. La información contenida en la tarjeta (identificador único, derechos de acceso, historial) se transmite al software.

La integración con soluciones como Sharvy permite sincronizar estos datos en tiempo real con la gestión de las plazas de aparcamiento para, por ejemplo, optimizar el flujo de acceso y ocupación del aparcamiento de la empresa.

Las ventajas de la RFID en un entorno empresarial conectado.

No cabe duda: en un edificio inteligente, como en un aparcamiento de empresa moderno, el sistema RFID ofrece una serie de ventajas:

  • Fluidez: las barreras y puertas se abren en una fracción de segundo.
  • Trazabilidad: cada paso queda registrado, lo que facilita la auditoría y la seguridad.
  • Gestión remota: a través de una interfaz como Sharvy, se pueden asignar o revocar derechos al instante.

Además, en el contexto de un aparcamiento de empresa, esta tecnología puede utilizarse para reservar un acceso puntual a un miembro del personal o a un visitante, garantizando al mismo tiempo un seguimiento preciso del uso.

Límites del sistema RFID y alternativas tecnológicas.

A pesar de sus ventajas, la RFID tiene ciertas limitaciones. Las tarjetas pueden perderse, prestarse o copiarse, por lo que existe el riesgo de eludir el sistema. Además, deben detectarse a corta distancia, lo que puede ralentizar el acceso en condiciones de tráfico denso.

Para los aparcamientos de empresas, en particular, algunas soluciones alternativas, como el reconocimiento automático de matrículas (Cámara LPR) basado en cámaras, pueden ofrecer una experiencia más fluida. Este enfoque prescinde de la necesidad de un distintivo, permite abrir el vehículo sin detenerse por completo y reduce el mantenimiento del hardware. Sin embargo, implica mayores niveles de inversión, así como consideraciones de protección de datos personales.

En última instancia, la elección entre RFID y tecnologías alternativas depende de las necesidades específicas de la empresa, sus limitaciones presupuestarias y el grado de integración deseado con plataformas de gestión como Sharvy.

Seguridad y protección de datos cuando una empresa utiliza un sistema RFID.

El uso de tarjetas RFID en un entorno profesional no se limita a la simple gestión de accesos: también plantea cuestiones cruciales de confidencialidad y seguridad informática.

Cada vez que se lee una tarjeta, se generan datos con fecha y hora que, centralizados en un sistema como Sharvy, pueden proporcionar un historial preciso de las entradas y salidas de un usuario.

Si bien esta información permite optimizar la gestión de los flujos y reforzar la seguridad física, debe protegerse con el máximo rigor. La encriptación de los intercambios entre el lector, el servidor y la aplicación, así como una gestión estricta de los derechos de administración, son esenciales para evitar accesos no autorizados.

Además, el cumplimiento del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) obliga a las empresas a limitar la conservación de datos históricos a lo estrictamente necesario y a informar claramente a los usuarios sobre el uso de sus datos. Al conciliar el rendimiento tecnológico con el respeto a la privacidad, la RFID conserva toda su legitimidad en las infraestructuras inteligentes.